Aparte de ser una ciudad guapa, Gotemburgo, la segunda ciudad más poblada de Suecia, tiene un elemento estético que la hace accesible al visitante.
A primera vista, da la sensación de ser un lugar muy animado. En mi experiencia, esa sensación no hizo más que crecer a medida que fui conociendo más Gotemburgo y sin duda alguna me dejó marcado cuando conocí Haga, uno de los barrios más de de moda en la actualidad.
El primer barrio fuera de las murallas
En comparación a otras ciudades europeas, Gotemburgo no es demasiado antigua. Fundada en 1621, la ciudad creció dentro del perímetro de sus murallas.
A pesar que a mediados del siglo XVII se estableció un asentamiento en esta zona fuera de la ciudad amurallada, no fue hasta la década de 1840 cuando se comenzó a poblar como un barrio de clase trabajadora.
La madera, el material constructivo más barato de la época, se utilizó en gran medida para construir el barrio. Este hecho, unido a una situación de sobrepoblación en del barrio de Haga, desencadenó más de un incendio con consecuencias desastrosas.
No más incendios en Haga
Cuando por primera vez caminas por Haga Nygata, la principal calle del barrio, notarás que en la mayoría de las casas la planta baja está construida en piedra, mientras que las dos plantas superiores están hechas en madera.
Este fue el sistema escogido para evitar la propagación de incendios y lo que contribuyó a consolidar el barrio.
Tras la expansión de Gotemburgo, a partir de la década de 1920, Haga comenzó a despoblarse y a degradarse. El barrio llegó a adquirir una mala reputación y se consideraba una zona peligrosa.
Por fortuna, gracias a la presión de sus residentes, el barrio se salvó de la demolición. Poco a poco se comenzaron a restaurar muchas de sus casas, adquiriendo un nuevo esplendor y encanto, de calles adoquinadas, coquetas vitrinas, cafés y tiendas de artesanía.
Si bien Haga se ha aburguesado y en la actualidad es un sitio trendy para vivir, sin duda es uno de los lugares más agradables de Gotemburgo para dar un paseo, entrar en sus tiendas y por supuesto, probar la experiencia del fika.
Dónde ir para un fika en Haga
Gracias a la estética de su arquitectura y al aire bohemio y ecléctico de sus comercios, a lo largo de Haga Nygata podrás hacer un viaje en el tiempo, aunque definir una época precisa puede ser difusa. Tiendas de artesanía de productos suecos, boutiques con vitrinas vintage, ropa de segunda mano y antigüedades están a cada paso, pero si hay algo que no falta en este barrio son sus legendarios cafés.
La tradición del fika, una especie de encuentro social para tomar un café con un bollo que es toda una institución en Suecia, lo puedes hacer perfectamente en cualquiera de las terrazas en Haga Nygata. Café Kringlan, Café Husaren, Hemma Hos o el Café Hebbe Lelle, son opciones ideales para este fin.
Mi recomendación: una alternativa tradicional como el “kanelbulle” (bollo de canela) y un buen café en cualquiera de estas terrazas. Es una experiencia tan calórica como gratificante.
Haga es un barrio muy céntrico al que puedes llegar caminando fácilmente desde Avenyn, una de las principales vías de Gotemburgo. A muy poca distancia tienes varios sitios de interés como el Feskekörka (el principal mercado de pescado), el Kungsparken o la fortaleza Skansen Kronan, que está sobre una colina con bonitas vistas hacia Haga.
No te pierdas el barrio de Vasastan
Finalmente, al este de Haga encontrarás Vasastan, un barrio muy popular entre estudiantes, rebosante de bares y cafés. Al al oeste, la zona de Linné, dispone de toda una suerte de bares y restaurantes encantadores. Para ello te recomiendo un paseo por Linnégatan, Andra Långgatan o la Taverna Averna en la calle Tredje Långgatan.
Enlaces de interés para viajar a Gotemburgo:
- Gothenburg City Card. Incluye acceso gratuito a todo el sistema de transporte, los principales museos y el parque de atracciones de Liseberg, entre otros.
- Scandic Rubinen. Un cómodo y céntrico hotel cerca de la zona de museos, bares y vida nocturna de Gotemburgo.
Cómo llegar a Haga
Más cosas por hacer en Gotemburgo
Este viaje fue una realidad gracias a la invitación de Goteborg & CO, Visit Sweden y de Iberia Express.