Seguramente si te encuentras de visita en una ciudad, y más si es la primera vez, no piensas en visitar una Biblioteca, al fin y al cabo, son sitios silenciosos dedicados a la lectura o a la investigación, dos actividades no muy ligadas a un viajero explorando los sabores y la esencia de una ciudad. Pues bien, la Biblioteca Pública de Amsterdam (OBA, por sus siglas en holandés) puede que te haga cambiar de idea.

OBA “Openbare Bibliotheek Amsterdam”

Concebida como un centro de encuentro cultural, en un entorno dinámico y lleno de nuevos proyectos llamado Oosterdokseiland, un gran espacio donde se encuentran el NEMO de Renzo Piano o el ARCAM (Centro de Arquitectura de Amsterdam) además de una gran cantidad de obras nuevas, todo esto muy cerca del centro de la ciudad a ambos lados de la Estación Central. Uno de los grandes retos de su arquitecto, Jo Coenen, fue crear un espacio que fuera más allá de la lectura, pero sobretodo, intentar que el visitante aumentara el tiempo de su visita a la Biblioteca. Como dato adicional, es la Biblioteca más grande de toda Europa.

¿Cómo lograr esto? Más alla de crear un depósito de libros, el punto de partida de este centro fue la idea de promover en un mismo espacio, un lugar para el aprendizaje, la cultura, expresión y crecimiento personal, de modo que una parte de sus espacios están dedicados a actividades para despertar la curiosidad por la cultura. Con una superficie de 28.500 metros cuadrados, el edificio guarda en sus instalaciones un auditorio, una sala de exposición, un museo, ordenadores gratuitos con internet, además de una planta entera dedicada a los niños, en donde pueden jugar con divertidas instalaciones al mismo tiempo que buscan un libro.

Entre otros espacios curiosos  encontramos el “Teatro de la Palabra”, donde se proyectan películas o se ofrecen conciertos, el “Café Filosófico”, lugar de encuentro para interesados en la filosofía y el “Podio de libre expresión”, una especie de “Speaker’s Corner” donde cualquiera puede hacer de orador. Si todo esto aun no te convence, sus diez plantas de altura ofrecen una vista extraordinaria de la ciudad de Amsterdam, y también puedes degustar una comida en el restaurant en la octava planta. Un aspecto muy importante en su diseño es la luz, la iluminación juega un papel clave en la forma como se concibe el espacio interno. El gran ventanal de la fachada principal, impregna de luz todo su interior, optimizando la iluminación interior debido a la casi completa inexistencia de tabiques.

En definitiva, así no seas ratón de Biblioteca, la OBA merece bien la pena una visita, sobretodo si el tiempo no acompaña, algo bastante común en Amsterdam.

¿Cómo llegar?
Ubicado a unos 500 metros de la Estación Central, caminar por la Oosterdokskade, es una experiencia muy agradable.

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