La diversidad de alojamientos y habitáculos generados por el ser humano probablemente ronden el infinito, así como los materiales utilizados en su construcción. Existen viviendas sobre el agua, sobre el hielo, en los árboles, en el desierto, en rascacielos, en antiguos contenedores de puertos, las opciones abarcan una gama que no acaba nunca. Una de estas opciones, probablemente una de las más originales, es la de alojarse en una cueva. La cueva representó un paso adelante para que el hombre primitivo encontrara en ella ante todo un refugio contra la hostilidad de la naturaleza, un resguardo de los animales salvajes y con el descubrimiento del fuego, un hogar mas confortable. Puede sonar pre-histórico, pero en el siglo XXI es posible encontrar alojamiento en cuevas.
En España, si bien es difícil hoy en día encontrar núcleos donde resida una población numerosa, en la localidad de Valtierra, Navarra, encontramos ejemplos de cuevas que en su época fueron cobijo de una gran cantidad de personas. La tierra arcillosa de la montaña no ofrecía ningún tipo de dificultad a la hora de ser excavada, y cada familia escogía el emplazamiento para su vivienda. Una cueva podía ofrecer una excelente oportunidad para adaptar la vivienda a cada familia, de esta forma si el número de personas crecía, se podía excavar una habitación adicional.
La estructura de la casa era más o menos similar en todos los casos, se excavaba un largo pasillo y junto a la entrada se situaba la cocina, única dependencia de la casa con abertura al exterior. El resto de las habitaciones se colocaban enfrentadas entre sí a lo largo del pasillo central. El acabado interior era muy rústico, dejándose el suelo y las paredes de tierra con algunos muros encalados, algo muy alejado al acabado de las cuevas actuales. Otro tipo de ventaja que ofrecía la cueva es la posibilidad de labrar espacios en paredes y de esta forma sustituir mobiliario, por ejemplo, antes que comprar una biblioteca, se excava el espacio requerido en la pared, adaptándose a cualquier necesidad. Probablemente sea el tipo de vivienda más susceptible a reformas y ampliaciones al menor costo posible.
Este tipo de habitáculo fue perdiendo fuelle y sus habitantes paulatinamente las fueron abandonando por casas con electricidad y agua corriente, quedando desatendidas a su suerte, hasta que el Ayuntamiento comenzó a recuperarlas y a adaptarlas para disfrute del turismo rural, dotadas de todas las comodidades. Para tener la experiencia de alojarse en una cueva verdadera se puede visitar Las Cuevas Rurales Bardeneras, situadas en Valtierra a la entrada del Parque Natural de Bardenas Reales, una de las mayores atracciones de la zona y de Navarra.
Este Parque Natural de 42.000 hectáreas, que aunque lo parece no es propiamente un desierto, ya que tiene precipitaciones anuales por encima de los 400 l/m2, es un paisaje único en España y Reserva de la Biosfera, cuyos atractivos lo han convertido en un escenario muy codiciado para películas y spots publicitarios. Posee además un polígono de tiro utilizado como campo de entrenamiento de tiro aéreo, cuya presencia ha levantado enérgicas protestas en la población que piden su desaparición, hasta ahora sin éxito. Resulta inquietante la convivencia de este polígono con el entorno mágico del Parque.
Una curiosidad del Parque es el poder encontrar todo tipo de personajes diversos, desde excursionistas, fotógrafos, ciclistas, hasta recolectores de caracoles. ¿La mejor hora para visitarlo? Para alguien con alma de fotógrafo sería al atardecer cuando la orografía adquiere colores de otro mundo. Si eres más madrugador te pueden confundir con recolector de caracoles. Sea cual sea la hora que escogas, Aventuras Bardeneras ofrece la visita al Parque en vehículo 4×4, además de diversas actividades adicionales, algo esencial dentro de la experiencia del turismo rural. Puedes visitar el álbum en Flickr para más fotografías del Parque Natural de Bardenas Reales.
¿Cómo llegar?
[googlemaps http://maps.google.es/maps/ms?msa=0&msid=209712518812699690225.0004c029c83a9f6a8c53d&hl=es&ie=UTF8&t=m&ll=42.193425,-1.633701&spn=0.044513,0.072956&z=13&output=embed&w=425&h=350]
¡¡PRECIOSO POST, BONITOS ALOJAMIENTOS!!!
Reply
Este post me ha recordado, y mucho, mis vacaciones de este verano, en una casa cueva en Guadix, Granada, donde se puede apreciar un paisaje casí idéntico al del parque natural que aquí nos muestras, se conoce como la holla de guadix, porque en épocas pasadas (hace miles de años, o millones, no se) era un lago, y donde existen más de 1300 casas cueva habitadas.
En serio, son parajes prácitcamente iguales. Os recomiendo comprobarlo.
Por cierto, el post me ha gustado y el blog esconde curiosos secretos.
Reply
Hola Hiram, en efecto he hecho la búsqueda en Google y los paisajes de la Holla de Guadix son prácticamente idénticos, de verdad es impresionante el parecido. ¡Muchas gracias por el comentario!
Reply