Tarde o temprano en un viaje llega ese inevitable momento en que toca decidir donde comer. El primer día en la segunda visita que hacía a Praga, me encontraba haciendo un reconocimiento del que sería mi barrio y, buscando qué comer encontré un sitio que llamó mi atención. Me refiero a James Dean Prague, un templo a la cultura estadounidense en Praga.
James Dean Prague, buenas hamburguesas 50’s style
Ubicado en una discreta esquina en el barrio de Staré Město, a muy poca distancia de la Plaza de la Ciudad Vieja, se halla este templo dedicado a la cultura americana de los años cincuenta y a sus iconos más representativos: Marilyn Monroe, Elvis Presley y el que da nombre al restaurant, James Dean.
Rara vez en este blog he hecho menciones sobre el diseño interior de una obra, y mucho menos tratándose de un restaurante, he hecho alguna reseña gastronómica. Sólo me limitaré a comentar que si te gusta la comida americana no saldrás defraudado y el precio es bastante correcto (entre 12-15€ por persona).
Más allá de lo que ofrece el menú, la ambientación del restaurant es impecable. Todos los detalles han sido meticulosamente pensados y diseñados para transportar al usuario a otra época, desde el estilo, la música y el vestuario del personal, que para más señas habla inglés.
Un mobiliario para viajar en el tiempo
Todas las piezas que están en exhibición y el mobiliario fueron diseñados especialmente para el restaurant, donde predomina el color marrón oscuro, el blanco y el rojo. En primer lugar el elemento que se lleva todas las miradas del visitante es la larguísima barra de madera de 16 metros que marca la pauta y domina sobre las dos alas de mesas.
A medio camino detrás de la barra, se alza una gran columna con la imagen de James Dean, decorada a mano con mosaicos de cerámica. No hay espacio o sitio que haya sido descuidado.
Pero la verdadera ambientación está en aquellos elementos que no destacan por sí solos pero que juntos forman un decorado de película, como por ejemplo la caja registradora, que hace el característico sonido “Ca-ching” cada vez que se abre, o la máquina de discos Seeburg Coca-Cola del año 1949, que aún funciona.
Aunque la mayor sorpresa del establecimiento son los servicios, donde los detalles han sido cuidados al máximo. Las paredes han sido pintadas con imágenes de Marilyn Monroe al mejor estilo de Andy Warhol y la piezas estrella son los urinarios de porcelana de la línea Kisses, que no dejan a nadie indiferente.
En resumen, James Dean Prague es un sitio sumamente especial en el centro de Praga, que ya se ha convertido en un famoso punto de encuentro y locales. Al caer la noche, James Dean Prague se convierte en un bar de copas, así que si no te gusta la comida americana, ya tienes la excusa perfecta para visitar este curioso local.
Este tipo de restaurantes con todo tan cuidado y encima con esta temática que me encanta, siempre me han llamado la atención, ya solo por la ambientación merece la pena sentarse a tomar algo, me lo apunto sin duda para cuando vaya por Praga 😀
Saludotes, espero que vaya bien el verano.
Pues sí te gusta la comida americana y esta ambientación te va a encantar, yo de seguro volveré a este sitio y a Praga. Saludos también y buen verano crack!